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¡Bienvenid@ a mysolotravelling!

Mi nombre es Fran y mi pasión es viajar solo. Soy un almeriense, nacido en Barcelona, que no se ha parado de mover desde que nació. Habiendo vivido también en Almuñécar (11 años), Madrid (7), Bristol (2) y Stoke-on-Trent (1), me he cansado de mudarme. Por lo que he decidido, reducir mis posesiones a lo esencial (a lo minimalista) y empezar a viajar solo, sin fecha de regreso.

Quedaría muy bien decir que es algo que siempre quise hacer, pero no es exactamente así. De hecho, hace 6 años ni si quiera me planteaba viajar sin amigos. Fue fruto de la casualidad, en 2014, cuando me enamoré de viajar solo. Un viaje por trabajo a Ámsterdam (donde ya había estado con amigos) y alojarme en un hostel para gastar lo menos posible, me mostró algo que desearía haber sabido 25 años antes: No es solo que sea algo muy habitual con infinitas ventajas, si no que cuando viajas solo lo normal es no estar solo.

El descubrimiento llegó tarde, pero lo importante es que llegó. Por fin podía dar rienda suelta a mi pasión de viajar, tantas veces limitada porque los amigos no podían o las fechas no cuadraban. Fue algo liberador, comencé a viajar como un loco casi todos los fines de semana, saliendo viernes y volviendo domingo. Se trataba de viajar el máximo posible, de recuperar el tiempo perdido. Estaba muy contento, pero algo seguía sin cuadrar. Según iba conociendo otros viajeros, veía que no solo viajaban solos, sino que viajaban por largas temporadas, 1 mes, 6 meses o, incluso, durante años. Eso es lo que necesitaba, necesitaba ese tiempo y esa libertad que no eran compatibles con el estilo de vida que nos han inculcado desde pequeños.

Mi decisión estaba tomada, dejaría el trabajo y empezaría a viajar solo, indefinidamente.

No os voy a engañar, se dice bastante más rápido que se hace. Desde el momento que tomé la decisión definitiva hasta que lo comuniqué en el trabajo, pasó casi 1 año. Se me planteaban muchas dudas, sobre todo en el plano económico. Por suerte, desde que comencé a viajar solo y conocer viajeros nomadas, me he interesado mucho por el tema. Preguntando, leyendo por internet o siguiendo páginas de Facebook como Nomads – a life of alternative travel.

En mis viajes, tanto si me iba para 15 días como para un fin de semana, siempre he intentado viajar como si lo estuviese haciendo a largo plazo: utilizando el transporte público, hablando con la gente del lugar, sin estrés, controlando el presupuesto, etc. Mi forma de viajar o filosofía viajera se ha ido definiendo con el tiempo y, ahora mismo, es algo así:

Ante la duda ¡Viajo!

Si algo he aprendido en estos últimos años es que, a la hora de viajar, hay que pensárselo menos. Siempre que he viajado ha merecido la pena y siempre que no lo he hecho me he arrepentido. Ya no dejo pasar ni un viaje más.

Transporte público

Me gusta moverme por mi mismo como si fuese del destino. Al coger transporte público, voy con la gente del lugar y es como que vivo en la ciudad. Además, es más económico que coger un taxi o contratar un tour.

Comida local

A la hora de comer siempre busco sitios populares donde va la gente del lugar. Si un sitio está lleno de locales es una garantía. La comida es una parte muy importante de la cultura de un país.

Alquilo una bici o moto

Si no llevo mi bicicleta plegable, alquilo una bicicleta para ver la ciudad. Más cómodo, rápido, económico, puedes ver muchos más lugares y te sientes de allí. Al igual que con las motos en el Sudeste Asiático.

Experimento la cultura

Siempre voy con la mente abierta y ganas de aprender. Me gusta introducirme en la cultura del país y ver como es la vida cotidiana. Adaptarme a las costumbres locales es la mejor forma de experimentar un país.

Improviso

No me gusta llevarlo todo planificado. Me gusta improvisar, llegar a un destino e ir descubriéndolo poco a poco, según mi instinto y lo que me cuentan los locales y otros viajeros.

Muchas fotos

Cuando estoy en ese sitio increíble cada instante es una foto perfecta. Además, prefiero pasarme a arrepentirme cuando ya me haya ido. No cuesta dinero, el único problema es ordenarlas después.

Madrugo

Siempre que puedo madrugo. No hay nada como ver una ciudad o un nuevo destino cuando todo está empezando. Voy extra relajado al poder desayunar tranquilo y tener todo el día por delante para ver cosas.

Seguridad

Aunque siempre echo un ojo a lo que se dice online, no me lo tomo al pie de la letra ya que se tiende dramatizar. El sentido común es importante, viajar de una forma sencilla y sin ostentaciones es más seguro.

Hago amig@s

Una de las mejores cosas de viajar solo es que siempre se conoce mucha gente. En los hostels en muy fácil conocer viajeros, pero también es increíble como conocer locales y que te cuenten sobre su país.

Hostels o acampar

Son de las opciones de alojamiento más económicas. Por el ambiente y lo fácil que es hacer amigos los hostels son ideales al viajar solo. La acampada libre es una aventura en sí que nos pone en contacto con la naturaleza.

Controlo los gastos

Cuanto menos gasto más tiempo puedo viajar, ese es mi planteamiento con el dinero. Implica estar dispuesto a reducir lujos y comodidades, pero estoy dispuesto a pagar ese precio con tal de viajar.

Aprendo el idioma

Aprender es mucho decir según el país y la complejidad de su idioma. Pero siempre me aprendo algunas expresiones básicas. Creo que es una muestra de respeto decir algunas palabras en el idioma local.

Sin estrés

Me gusta viajar relajado, si no puedo verlo todo o un día necesito levantarme a las 2 de la tarde no pasa nada. No me estreso, son vacaciones y si vamos corriendo no hay tiempo para disfrutar de lo que nos rodea.

El mínimo equipaje

Llevo el mínimo equipaje posible. No solo por el peso, sino que más fácil hacer y deshacer la mochila. De hecho, mi consejo es que reduzcas al máximo las posesiones, se llama minimalismo y es algo que te libera.

Viajar solo es mi gran pasión, descubrir nuevos lugares y culturas mientras no paro de conocer gente, hacer infinitas fotos y arrasar con los platos típicos de cada país. Cada lugar, cada instante, cada rutina es una aventura, un proceso en el que me adapto a unas costumbres, a un idioma, a un país. Todo es muy intenso, un reto, una gran aventura que te cambia para siempre.

Puede que descubriese viajar solo en 2014, pero la semilla de viajar ya la había plantado mi madre en mí desde que nací. Es a ella a quien le tengo que agradecer este gran regalo. A continuación, encontrareis una página, muy personal, dedicada a la persona más importante de mi vida.

Viajando ‘solo’ y disfrutando del mundo.

Artículos y consejos para viajar solo o sola.

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