Brasil

Mi viaje solo a Brasil fue, como es habitual en mí, poco planificado (por no decir nada). Con lo único que contaba era un vuelo de ida y vuelta Madrid-Sao Paulo y 14 días para recorrer parte del país carioca. A menos de 48 horas de volar, no tenía la mochila hecha, ni la ruta pensada, ni siquiera la primera noche de alojamiento reservada. Fue entonces, parado en un atasco, que me di cuenta que no quería quedarme en Sao Paulo (por lo menos inicialmente). Viviendo en Madrid lo último que me apetecía en aquel momento era irme directo a otra gran urbe.

Tras el atasco, un rato buscando aparcamiento y beberme un par de botellines en casa, empecé a buscar posibilidades online. No tarde mucho en descubrir que a unas 3-4 horas en bus podía llegar a la isla de Ilhabela. Sin casi esfuerzo, esta elección dejaba mi ruta encaminada. Como quería llegar a Rio de Janeiro, pues solo tenía que ir subiendo en esa dirección por la costa.

Ilhabela

Ilhabela hizo honor a su nombre, especialmente por la playa de Bonete que incluye un senderismo con cascadas a través de la selva y fue denominada, por The Guardian, como una de las 10 mejores de Brasil.

Ubatuba

Mi siguiente parada sería Ubatuba, un pueblo costero al norte del estado de Sao Paulo (muy cerca del estado de Rio de Janeiro). En esta ocasión conseguí alquilar una bicicleta con la recorrer la ciudad y numerosas playas cercanas con palmeras y arena blanca.

Parati

Un poco más al norte, ya en el estado de Rio de Janeiro, llegué a Parati. Un espectacular pueblo con arquitectura muy colonial y tremendo encanto. A destacar su adoquinado casco antiguo, iglesia y puerto con coloridos barcos que permiten adentrarse en islas y playas de gran belleza.

Ilha Grande

A tan solo 150 km de Rio de Janeiro, se sitúa la famosa Ilha Grande. Repleta de selva y sin coches, está turística pero tranquila isla cuenta con playas espectaculares. A destacar la Playa Lopes de Mendes, una vez votada como una de las 10 mejores playas del mundo por la revista Vogue. Importante ir vacunado de la fiebre amarilla, en su momento no lo estaba y estuve preocupado.

Río de Janeiro

Rio de Janeiro fue mi última parada en mi viaje solo por Brasil y lo cierto, es que fue lo que más me gustó. Esta espectacular ciudad tiene algunos de los lugares más icónicos del mundo (Cerro del Corcovado, Pan de Azúcar, Copacabana, Ipanema, Maracana, etc.). El ambiente relajado y el servicio público de bicicletas Bike Rio me hicieron disfrutar enormemente los 5 o 6 días que estuve en la ciudad.

Seguridad en Brasil

Muchos os preguntareis acerca de la seguridad en Brasil y, para que nos vamos a engañar, se habla tanto del tema y hay tal fama de inseguridad que invita a preocuparse. En mi caso, la experiencia fue muy positiva. No tuve un solo problema y eso que prácticamente todo el viaje lo realicé en transporte público, hice rutas de senderismo solo y me he movido con bicicleta por Rio de Janeiro, incluso en barrios obreros o no céntricos. Recuerdo comparar, de camino al aeropuerto de Sao Paulo, mi incertidumbre en la llegada con mi satisfacción, sensación de comodidad y nostalgia al marcharme de un país que se quedaba un poquito de mí.